sábado, 7 de diciembre de 2013

algunos seres mitologicos


Dragones El dragón (del latín draco, y éste del griego δρακων, drakon, ‘víbora’ o ‘serpiente’) es un animal mitológico que aparece en diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.

Las interpretaciones más familiares de dragones son los Dragones europeos, derivados de la tradición popular y de la mitología de Grecia y Próximo Oriente, y también las de Dragones orientales. La palabra dragón deriva del griego δράκων (drákōn), "dragón, serpiente de gran tamaño, o serpiente de agua", que probablemente venga del verbo δρακεῖν "ver claramente".


La figura del dragón juega un papel importante como un dios y/o un guardián. Se trata de un ser poderoso y respetable, en algunas civilizaciones es reconocido también por poseer gran sabiduría. Los dragones tienen un significado espiritual en varias religiones y culturas del mundo.

Las culturas occidentales y orientales han imaginado reptiles gigantes y alados; puede ser por el contacto con gaviales, cocodrilos y caimanes y al hallazgo de fósiles de dinosaurios mezclados con otros de animales voladores.
Explicación del mito

El mito de la existencia de los dragones se sustenta en la gran cantidad de leyendas y representaciones que existen en diversas culturas alejadas entre si. Se ha planteado como explicacion de este fenomeno la existencia de fosiles de dinosaurio que llevasen a esas culturas a imaginar seres parecidos entre si. También cabe señalar que los diversos dragones de cada cultura presentan caracteristicas y aspectos muy diferentes.

Dragones según distintas culturas

El rasgo común de todos los dragones es como todo tipo de características de animales de tierra, mar y aire, se fusionan de una forma tan armoniosa, que siempre resulta ser la criatura más bella e imponente que se haya visto, y que representa el más perfecto balance entre belleza y fealdad. Un animal divino y el único digno de ser el emblema y guardián del poder de la naturaleza.

El simbolismo alrededor del dragón es esencialmente el de la lucha. La lucha entre el dragón y un héroe o un dios tiene, sin embargo, distintos significados. En estos míticos combates el dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián que tienen finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte -o el nacimiento- de un orden universal

Así, en un principio fueron los devoradores de dioses -algunos mitos se refieren a los dragones como la causa de los eclipses, por ejemplo-, o sus enemigos -caso de Apofis y Pithon, enemigos del sol-; posteriormente los dragones fueron fuerzas a la que se les ofrecían doncellas de sacrificio, y no tardaron en concebirse como comedores de hombres. Mas ese papel no se aleja del de guardián, que implica la espera y mantenimiento de un orden, sea por una nueva vida para el universo o el de un lugar sagrado. Justamente porque son guardianes de algo sagrado es que son simbólicamente el puente a otro mundo o la prueba de todo héroe.

Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones. Particularmente comparando la idea del dragón entre el lejano Oriente y Occidente. Los dragones chinos (o long), los japoneses (o ryū) y los coreanos son vistos generalmente como benévolos, mientras que los europeos son generalmente malévolos.

Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa y se ven también en la mitología persa y de otras culturas. El tema es, por supuesto complejo, y ha variado a lo largo de la historia, por ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.






Elfos

Los elfos tienden a ser un poco más bajos y delgados que los humanos normales. Sus rasgos son finamente tallados y delicados, y hablan con tonos melódicos. Aunque parecen frágiles y débiles, como raza son rápidos y fuertes. Los elfos viven a menudo por encima de los 1.200 años, aunque mucho antes de este tiempo se sienten impulsados a abandonar los reinos de los hombres y los mortales. A dónde van no se sabe con seguridad, pero se trata de un innegable impulso de su raza.
Los elfos son considerados a menudo frívolos y reservados. De hecho no lo son, aunque los humanos hallan a menudo sus personalidades imposibles de sondear. Se interesan por la belleza natural, la danza y la diversión, el juego y el canto, a menos que la necesidad dicte otra cosa. No les gustan los barcos ni las minas, pero disfrutan haciendo crecer las cosas y contemplando el cielo abierto. Aunque los elfos tienden a veces a la altanería y la arrogancia, contemplan a sus amigos y asociados como iguales. No hacen amigos con facilidad, pero un amigo, o un enemigo, nunca es olvidado. Prefieren distanciarse de los humanos, sienten poco amor hacia los enanos, y odian a los ocupantes malignos de los bosques.
Su humor es ingenioso, como lo son sus canciones y su poesía. Los elfos son valerosos pero nunca imprudentes. Comen con frugalidad; beben aguamiel y vino, pero raras veces en exceso. Aunque consideran que es un placer poseer joyas bien trabajadas, no se muestran abiertamente interesados en el dinero o los beneficios. Dominan la magia, la esgrima y cualquier arte refinado de combate. Si sienten alguna debilidad, ésta recae en esos intereses.
Las más bellas descripciones de los Elfos míticos las encontramos en Escandinavia, donde también se les conocía como el Pueblo de las Huldre.
Los elfos escandinavos son miembros de una antigua cultura, amantes de la música, la danza y las artes. Dominan los secretos de la naturaleza y de las hierbas mágicas, conocen los astros y el futuro, viajan sobre los rayos del sol, pueden atravesar cualquiera de los elementos, pero prefieren la cercanía de las aguas.
Tienen la piel más oscura y el pelo amarillo o rojo. Son más salvajes que los elfos altos, y tienden a usar la fuerza antes que la inteligencia. Sin embargo, no suelen ser agresivos, y evitarán las confrontaciones en la medida de lo posible, tienen una estrecha relación con los treant y otros seres del bosque.
Los elfos duendes, son elfos de pelo plateado, y suelen habitar fuera del bosque. Son seres muy estudiosos a los que les gusta escribir tratados sobre la naturaleza. Suelen montar a grifos, y los usan sobre todo cuando se ven amenazados.
Son precedentes de un humano/a y un elfo/a. Tienen características intermedias entre ambas razas. Poseen la infravisión, pero no son tan diestros con el arco y la espada como lo pueda ser un elfo. Su vida media suele ser de unos 125 años
Estos elfos están malditos, su maldición consiste en que no pueden salir a la luz del día, si lo llegasen a hacer, una esfera de oscuridad los cubriría antes de que les toque la luz. Por lo general estos elfos viven en zonas oscuras, como pantanos.
Los elfos dorados son de tez bronceada y pelo cobrizo, negro, rubio o dorado. Sus ojos son dorados, plateados, o negros. Tienden a ser conocidos como los más alejados de los humanos y de las demás razas, así como también se les tiene por los más orgullosos entre los elfos de la superficie.
Los elfos lunares son mucho más pálidos que los elfos dorados. Sus cabellos son de un tono blanco plateado, negro o azul. Sus ojos suelen ser azules o verdes, con destellos dorados. Tienden a tolerar a los humanos y también a las demás razas mucho más que el resto de las subrazas élficas, de ahí que la mayoría de aventureros elfos y semielfos sean de descendencia lunar.
Los elfos salvajes desconfían de todas las razas no élficas, en particular de los humanos. Tienden a ser de tonalidad cobriza, con tintes verdes. Su pelo tiende hacia el pardo y el negro. Sus ojos son castaños verdes o pardos. Tienden a ser los menos organizados de entre todas las subrazas élficas, pero aún así tienen una cierta influencia en los diferentes reinos de Ellcia.
Los elfos marinos se dividen a su vez en dos ramas: los del gran mar y los del mar de las estrellas caídas. Los elfos del gran mar son radiantes en distintas tonalidades de verdes profundos, con manchas irregulares amarronadas formando franjas por todo su cuerpo. Los elfos del mar de las estrellas caídas tienen distintas tonalidades de azul, con manchas y franjas blancas. Ambos tienen la misma variedad de ojos y color de pelo que puede hallarse entre todos los pueblos élficos, y todos tienen las manos y pies palmeadas, y la habilidad de respirar bajo el agua.
Los elfos oscuros son llamados por todas las demás subrazas como los drows. Son la antítesis total de las demás subrazas élficas. Su diabólica maldad parece querer equilibrar la bondad y tranquilidad de los demás elfos. Sus cabellos son grisáceos, plateados, o totalmente blancos. Sus ojos son, o bien rojizos o pálidos ,que a menudo se confunden con el blanco sólido, y sus pieles negras como la obsidiana. La mayor parte de esta cruel raza había sido empujada bajo tierra y maldecida por los demás pueblos, pero ahora con la llegada de Kaalisia y el oscurecimiento del mundo han salido de sus agujeros para conquistarlo todo.
Un elfo se mueve con gracia y delicadeza, y de un modo tan sutil y silencioso que a veces es imperceptible su presencia. Este hecho les permite seguir con sigilo a un enemigo al que quiere espiar, o facilitar un ataque por sorpresa. Un elfo puede resultar prácticamente invisible en un bosque.
Los elfos tienen desarrollada la infravisión, por lo que no les resulta difícil moverse en la noche o por bosques donde no entra la luz solar.
Son grandes conocedores de los bosques, en los que habitan, y sus ropas en tonos verdes les permiten camuflarse en el bosque según su necesidad.
Es famosa la habilidad de los elfos con el arco. Son entrenados desde pequeños, y aunque también dominan la espada corta y larga, es con el arco con lo que un elfo combate eficazmente. Su agilidad les permite lanzar una flecha y moverse rápidamente para un nuevo disparo. Las mujeres elfas también son preparadas para la lucha. Es legendaria la leyenda de un ejército de doncellas elfas montadas sobre unicornios, que consiguieron grandes logros y victorias.
Los elfos suelen vivir en campamentos de unos 100 a 200 elfos, y son pocas las normas que la sociedad élfica tiene.




Hadas

Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas y mitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoría de ellas se representan con alas

Las leyendas celtas hablan del reino de los Áes Sídhe (pronunciado Os Shi) también conocido en idioma inglés como Fairy Folk, y donde la mejor traducción a nuestro idioma sería Hadas, si bien es importante recalcar que no se habla de la concepción victoriana de la Hadas, esos seres diminutos con alas de mariposa, las cuales son en realidad pixies. Los Áes Sídhe, son seres semidivinos que viven entre este y el otro mundo, con conexiones importantes con la naturaleza y las deidades, la mayoría de los relatos los representan como gente no muy alta, pero de aspecto y altura humana, de tez blanca, ojos claros y pelo muy negro.

En los relatos medievales, las hadas (a veces llamadas "El Buen Pueblo" o "La Buena Gente"parecen relacionadas con encantamientos y hechizos, conocedoras del poder y las virtudes de las palabras, las leyendas y las hierbas, que les permitían mantenerse jóvenes y bellas, y acumular grandes riquezas.

En algunos libros, se menciona que las hadas hacen todas las cosas inocentemente, aunque su comportamiento pueda llegar a ser perverso. En muchos escudos heráldicos de esta época se refleja el mundo de las hadas. Muchos aristócratas querían hacer ver que provenían de un linaje de las hadas.

En la mitología cántabra se las llama anjanas, entre las que están las Ijanas del Valle de Aras, cuya característica es que tienen pechos descomunales y son feas, pero pueden cambiar de apariencia a voluntad.
La mitología nórdica y la griega -encarnada en las ninfas y dríades de Homero y Ovidio- influyeron en el concepto que los primeros bardos se formaron de las hadas, pero andando el tiempo los escoceses, irlandeses, galeses y otros pueblos europeos llegaron a poseer un cuerpo lleno vivo de tradiciones, fundado principalmente en las leyendas celtas.


















Enanos

Los enanos son una raza fantástica humanoide ficticia que fue adoptada por J. R. R. Tolkien en sus obras desde la mitología. Este autor les dio también el nombre de Khazâd en la propia lengua enana, el khuzdul, y los de Naugrim, menguados, y Gonnhirrim, maestros de la piedra, en élfico.
Características

Como su nombre indica, son más bajos que los humanos, con una altura de entre 120 y 150 centímetros. Pese a ello, son robustos, corpulentos y más fuertes y recios que el resto de razas. Todos tienen barba, tanto hombres como mujeres, y el cortársela es la mayor vergüenza y ofensa que se les puede hacer, mereciendo el odio y rencor de toda la raza.

Su carácter es tenaz, indomable y persistente es el esfuerzo y el trabajo, y, de hecho, son la raza más trabajadora de la obra de Tolkien. Son valientes en el combate y su voluntad y orgullo son indoblegables, por lo que rara vez son engañados y pocas veces han sido corrompidos por el mal, ni siquiera mediante los Anillos de Poder. Aun así, a aquellos a los que no les agrada esta raza insisten en llamar terquedad a su persistencia y soberbia a su orgullo. Si bien es cierto que en algún momento su orgullo se ha vuelto contra ellos, esto es algo que les ha sucedido en las obras de Tolkien a todas las razas en un momento u otro, sobre todo a elfos Noldor.

Sus habilidades son muchas y se basan en la manipulación de lo inerte. Su dominio de los metales y las gemas no ha sido superado por nadie que no fuera Aulë y sus más cercanos alumnos. Asimismo, su capacidad en minería y arquitectura no tiene igual desde la creación de Arda.
Historia y costumbres
Los enanos fueron creados por Aulë, el herrero de los Valar, que creyó necesario crear una raza resistente y fuerte para hacer frente a la maldad que en Arda reinaba, y no pudo esperar al nacimiento de los Hijos de Ilúvatar.

Les desagrada nadar, navegar, volar y montar bestias mayores que un poni, por lo que estas monturas son las únicas que usan cuando no se puede caminar.

Su relación con las otras razas suele ser amistosa si no tienen motivos para recelar. Son muy amigos de los hobbits, pero con los hombres y con otros enanos su relación depende del reino o facción en cuestión. En un principio se llevaban bien con los elfos, pese que ellos los cazaron y llegaron a afeitar a algunos antes de darse cuenta de que eran una raza civilizada. Aunque los enanos les perdonaron, la soberbia de los elfos volvió a enemistarlos y tan solo casos aislados como el de Gimli volvieron a tener amistad con ellos. Son enemigos encarnizados de los orcos, trolls y otras criaturas malignas, y muy especialmente de los dragones.

Su ferocidad en combate es legendaria, pero lo es aún más la maestría de las armas que utilizan. Es más frecuente verles con martillos y hachas creados para el combate que con espadas y arcos, aunque no dudan en usar cualquier tipo de arma si la situación lo requiere. También van fuertemente protegidos, pues soportan bien grandes pesos.

Fueron los inventores de las hachas y martillos de combate, las cotas de malla, las más maravillosas gemas y edificaciones. Eran muy cultos y llevaban numerosos registros de sus actividades, de las que da ejemplo el Libro de los Registros. Les agradaba la música, pero como elemento ceremonial o amenizador, y no por el propio arte musical. Saben disfrutar de la comida, la bebida y los festejos, por lo que en tiempos de paz era habitual la proliferación de enanos obesos.

Su religión consiste en la veneración a Aulë, que en su idioma llaman Mahal, el Hacedor. Sin embargo, no le rezan ni le construyen templos, sino que prefieren demostrar su devoción mediante sus obras. La magia de los enanos no es activa, pero imbuyen hechizos y encantamientos en sus mejores obras, como es el caso de algunas armas, gemas y obras arquitectónicas tales como las puertas secretas de sus fortalezas.

Por cierta escena de las películas de El Señor de los Anillos, existe el rumor de la creencia en Arda de que los enanos son engendrados por la tierra en profundas cavernas subterráneas, quizá basado en el despertar de los Siete Padres Enanos. En cualquier caso eso es falso, ya que existen mujeres enanas, solo que también poseen barba y la mayoría de ellas nunca sale de las profundidades de las estancias de los enanos.














Troll



El significado de la palabra troll es incierto. Originalmente podría haber tenido el significado de ‘sobrenatural’ o ‘mágico’ con un revestimiento de ‘maligno’ y ‘peligroso’. Otra probable sugerencia es que significa ‘alguien que se comporta violentamente’. En la antigua ley sueca, trolleri era un tipo particular de magia usada para provocar daño. Debería advertirse que términos escandinavos como trolldom (brujería) y trolla/trylle (‘realizar trucos de magia’) no implican relación alguna con los seres mitológicos. Más aún, en las fuentes de la mitología escandinava, troll puede significar cualquier ser extraño, incluyendo pero no limitado a los gigantes nórdicos (jötnar).
En la literatura
En la Tierra Media de J. R. R. Tolkien, los troles son humanoides muy grandes (cerca de 3 metros de alto), inmensamente fuertes y de poca inteligencia. Se dividen en varios tipos: troles de las colinas, de las montañas, de las nieves, de las cuevas y de piedra (que se petrifican cuando les da la luz del sol). Aunque se describen muchos de los distintos tipos, los únicos con los que se encuentran los personajes son tres troles de las colinas (por parte de Bilbo) y un troll de las cuevas por la Comunidad en Moria.
En los libros del Mundodisco de Terry Pratchett, los troles son grandes criaturas compuestas de roca que se alimentan también de ésta. Tienen una tendencia cultural hacia la violencia, y su inteligencia es inversamente proporcional a la temperatura, haciéndoles bastante estúpidos en climas templados. Su tamaño aumenta con la edad, desde guijarros hasta montañas. Arrastran la mala fama de comerse a la gente, pero este estereotipo es falso, pues son incapaces de digerir nada que no sea roca (sin embargo, algunos troles de las regiones montañosas de Uberwald no han empezado a comprender este hecho). Prestan sin embargo especial atención a evitar reducir humanos a pulpa sin querer para poder ser socialmente aceptados. El bar El Tambor Remendado tiene contratado troles como personal de seguridad. Se les llama «salpicadores» porque, como puede deducirse de las implicaciones de un ser silíceo rebotando contra un humano, los troles no son muy buenos «rebotadores». Los yetis son una subespecia de trol que viven en zonas montañosas y que hila su lana de roca (aunque sólo ellos saben exactamente cómo). Los yetis del Mundodisco pueden «salvar» sus vidas si creen que va a haber algún tipo de peligro, procediendo entonces con la tranquila seguridad de que si mueren, volverán al punto salvado y harán todo de nuevo, excepto por que «esta vez no será tan estúpido». Esto se describe como una especie de premonición retroactiva.



















  opinion Estos son algunos de los muchos seres mitologicos que atraves del tiempo se a ido extendidiendo la historia de estos alrededor del mundo, contandolas de diversas maneras. pero a fin de cuentas lo que no se deja ir es la tradicion que muchos tenemos al contar historias sobre estos apesar de sus diversos relatos. No dejemos de seguir investigando acerca de todas las criaturas mitologicas ya que son parte importante de nuestra cultura.